miércoles, 24 de diciembre de 2008

Tentación (IV)

Sin duda, era imposible que existiera otra fémina que le torturase así, tanto en los sueños como en la vigilia. Sus ojos la buscaron inmediatamente, y pudo contemplar con satisfacción que no se equivocaba. Se dirigía hacia el comedor escoltada por un grupo de hombres que pronto pudo reconocer, pero su mirada no podía apartarse de ella. Se acercaba con paso firme y seguro. Y sin embargo, el continuaba inmóvil ante su llegada. Los latidos de su corazón aumentaban vertiginosamente y por su mente pasaban mil frases que decir a su llegada. Pero era incapaz de articular palabra. Se encontraba paralizado. De repente, le invadió una sensación de temor, de equivocarse con su frase, de sentirse ridículo… y todas esas sensaciones hicieron emerger un ardor por todo su pecho. El calor subió hacia su rostro hasta convertirse en el rubor que estalló en sus mejillas.

Tentación (III)


Solamente consiguió verla unos instantes, pero bastaron para que su imagen quedara registrada en su memoria de forma indeleble. Practicamente se estaba obsesionando con ella. Cuando llegó al antiguo monasterio, ahora convertido en un hotel, no pudo evitar que su mente albergase la extraña sensación de que se aproximaban intensas experiencias en ese entorno.


La imagen del monasterio, junto con el maravilloso paisaje otoñal, hacían que la fantasía lo envolviera en situaciones excitantes y prohibidas en compañia de la misteriosa Dama.

En el momento en que el botones abrió la puerta de su coche despertó del éxtasis en el que se había sumergido su sueño. Subió a su habitación y, al asomarse a la venta, la panorámica, sin duda, fué mas que satisfactoria. Al anochecer, se dispuso a dirigirse hacia el comedor. Pasó por un largo pasillo que evocaba la Corte francesa del siglo XVI. Absorbido por tan bello escenario, captó repentinamente una fragancia intensa, inquietante y que sería ya inolvidable para el. Seguidamente, una voz tan sensual como firme se unió a la esencia.


Era ella, sin duda, tenía que serlo, ya que solamente ella conseguía alterar sus sentidos tan intensamente...

viernes, 19 de diciembre de 2008

Tentación (II)


Hasta entonces jamás había sentido la desesperada necesidad de dejarse dominar. Observando la escena, sus latidos aumentaban vertiginosamente. El nerviosismo y el sudor de su cuerpo le delataban. La imaginación fluía libremente dando paso a excitantes sensaciones. Su equilibrio se alteraba al sentir tanta confusión, pues no era fácil para alguien de su posición reconocer ese tipo de deseo y necesidad.

Cuando le notificaron la invitación días atrás, estuvo a punto de rechazarla. Le sorprendió la fuerte insistencia que pusieron sus socios en que asistiera a ese congreso. Aunque el motivo principal de su aceptación fue recordar la visita inesperada e intrigante de aquella Dama a sus superiores.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Tentación (I)

En el silencio de la noche… se percibe un sonido inconfundible que invita a compartir una imagen inolvidable para unos ojos iniciados en la instrucción del Dominio. Fue en ese instante cuando él descubrió una inquietante sensación de placer… al sentir un deseo incontrolado por estar en el lugar de aquel siervo… impactado por la belleza y maestría de su Ama y de su fusta.