domingo, 8 de marzo de 2009

Obsesión (II)

Sentada en su sillón favorito y acariciándolo en la cabeza con su mano derecha le decía:

- Querido, tu fidelidad mas de una vez pondré a prueba. Mas no tengas miedo, no dudes de ti jamás, pues…. Si yo no lo hago, tú no tienes derecho alguno a hacerlo.
- Si, Milady…
- No quiero que me des la razón por ser tu Instructora. Quiero que escuches atentamente, que no se te olviden mis palabras….que entiendas que eres especial y que las pruebas a las que la doctrina de la Disciplina te va a someter serán duras…muy duras… pero que así tiene que ser…Lo único que exijo que recuerdes en tu iniciación es…..el hecho de que no estas autorizado a dudar de ti, ni de tu entrega. No te anticipes…
El triunfo, querido, es el resultado de la capacidad de desarrollar la propia paciencia de cada uno, unida a la concesión del éxito que otorgamos a cada iniciado.

Elevó su cabeza…y la miró. Con su sonrisa bastaba para que esas palabras se le quedasen grabadas en su memoria.
Cerró los ojos y las caricias sobre su cabeza pasaron a su frente, donde su voz se alejaba y se acercaba………
Notó como algo frío se depositaba en su frente y varias voces hablaban a su alrededor…. Su mano le acariciaba el pelo, mientras le decía:

- Tranquilo…..tranquilo…..se pondrá bien. A la vez que alguien añadía:
- Si sigue así tendremos que ingresarlo. Jamás vi algo igual.
- Doctor, ¿cree que haya sido infectado por un virus?
- Sinceramente no lo sé, Margaret. La fiebre parece que va remitiendo. Le pondré ahora una inyección y, si no cesa, habrá que hospitalizarlo. Que suerte ha tenido de que haya usted llegado a tiempo. Si no….
Escuchaba voces……veía lugares….situaciones…tan pronto iban como venían….no entendía nada…Los delirios aumentaban y la imagen de ella se desvanecía.
Necesita volver….volver donde ella estaba…ya no entendía lo que sucedía….la veía, se alejaba…..se adentraba en un túnel…………
El corrió…corrió para alcanzarla…gritó….gritó…para que le escuchase…para que le esperase….pero era inútil…no llegaba. Siguió corriendo…aun así, nada….gritó…gritó mas fuerte….más….De repente, una voz dulce……tan dulce…..sonaba: Ya…ya…le decía…..tranquilo….tranquilo…..estoy aquí a tu lado…te cuidaré….
Una luz suave….sus ojos…lentamente los iba abriendo mientras sentía la calidez de sus manos……..era ella……...era…………..era Margaret!!
- Doctor, doctor! Está abriendo los ojos!
Conforme los fue abriendo consiguió apenas apreciar dos siluetas. Una era la de su secretaria y la otra era la de un hombre con bata.
- Bueno, dijo una voz algo ronca. Parece que por fin evoluciona favorablemente.
- Gracias a dios, dijo ella
Y el volvió a quedarse dormido.
Al cabo de tres días su recuperación iba siendo ya favorable. Pero su prisa para incorporarse al trabajo se vio truncada por las recomendaciones del médico.