miércoles, 2 de noviembre de 2011

CARTA PARA UN SUMISO...

Te das cuenta que algo te gusta mucho,cuando le dedicas gran parte de tu día a pensar en ello.


Te das cuenta que forma parte de ti,en el momento que depierta en tu cuerpo y en tu mente,todas las sensaciones y emociones juntas.

Cierras los ojos y lo ves...
Respiras profundamente y lo sientes...
Agudizas el oído y lo percibes...
Te alimentas de la experiencia...
Y comienzas a desearla cada vez más... y más.

Si en tu soledad,en tus momentos íntimos y privados no cesas de ver y sentir,de desear y necesitar saborearlo y disfrutarlo... querido mio.

Acabas de descifrar el misterio de tu mundo interior.
La llamada y la voz se harán mas fuertes por día que pases silenciándola.

No tiene edad... no tiene sexo,es tu voz y tu grito de libertad!!

Una libertad que rompe con la conducta de los convecionalismos impuestos por la normativa de la sociedad... una libertad que te otorga escojer a quién o a qué otorgar los eslavones que forjarán la cadena que te atará parcialmente a aquello que anhelas y a lo que deseas entregarte.

Tomate tu tiempo,no hay prisa... pero cuando lo hagas entregaté al máximo,pon todas tus fuerzas en demostrar que realmente lo vives,lo sientes y lo deseas.

Has de transmitir tu esencia para poder realmente saborear el placer de ser tu mismo.
Si sigues ese camino,podrás compartir tus secretos ocultos y tus fantasías silenciadas,que se desarrollarán al lado de uno ó varios cómplices de aventuras y juegos.

Agudiza tus sentidos y presta atención,a la voz que te guiará por tu camino abrazando sus enseñanzas.

Memoriza sus palabras...
Disfruta los conocimientos...
Entregarte a su disciplina
Sé fiel a sus valores...

Impregnarte de la esencia que emana y embriagarte de su aroma.

Ahora comienzas un nuevo camino... ó simplemente retornas a él,sea cómo sea tendrás que dar lo mejor de ti.Forma parte de ti,no lo puedes olvidar.
Te adentras en un mundo donde la libertad por escojer ser esclavizado te conducirá a un sinfín de experiencias que se alternaran entre buenas y excelentes...por qué pésimas no se toleran ni se consienten.















Con un hermoso abanico de gustos e inclinaciones... perversas y divertidas secuencias...
Estrictas normas de conducta que  se endulzarán con el resultado de un aprendizaje perfecto.
Momentos intensos que fluirán y se grabaran en tu memoria para el resto de tu vida.


El que te entregues no basta ni es suficiente motivo para relajarte y consagrarte como buen sumiso... no querido mio.Exprimiré hasta la última gota que haya en ti,sin dejarte un sólo instante de relax.Vienes a dar lo mejor de ti y eso lo grabaré en tu mirada cada vez que incruste Mis ojos en ti...


Hay Dominantes y sumisos a la carta,pero los Míos querido tendréis que ser absolutamente perfectos,en Entrega... en Devoción... en sumisión.


Comienzas un camino en el que te pondré muchas pruebas... en el que recibirás castigos unidos a premios... saborearé cada segundo que seas Mio,deleitándome con el placer de someter tu mente y tu cuerpo,desorientandote en el tiempo y en el espacio,para trasladarte a un nuevo mundo donde las normas son las impuestas por Mí.


Donde dejas de ser un hombre corriente para convertirte en el esclavo de Mí placer,siervo del dolor y un objeto más en mi entorno.


Ahora querido mio después de leer esta carta,quiero que comiences a profundizar en las sensaciones que te han despertado y serán tanto inquietantes cómo excitantes y si la excitación aumenta es porque sin poder remediarlo ya te has entregado a Mí... y eso querido mio, me complace mucho. 




Hombres que asumen su condición de inferioridad sin objeción... sin limitaciones... sin condiciones...
Con un deseo muy claro,servirme y complacerme...
Para algunos seré perversa... 
Para otros despiadada...
Y sólo muy pocos serán dignos de conocerme en plenitud y magnitud.




Lady Monique Lefer Fonté.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta su página Señora. Espero que se encuentre bien. Hacía mucho que n sabía de usted

sergio dijo...

Tan bella e impresionante como siempre. A sus pies Dómina