lunes, 31 de mayo de 2010

Relato de sumibrave





Los tacones se oyeron tras la puerta, y esta se abrió lentamente.

Tal y como me había ordenado la esperaba arrodillado, desnudo y con las manos a la espalda.

Fue entonces cuando la vi por primera vez, y así como ella me vió a mi también por primera vez.

Habíamos hablado por telefono desde hacía un par de días, y justo el día anterior una falta mia estuvo a punto de que dicho encuentro no se produjera. Por suerte no fue así.

“Hola esclavo” me dijo nada mas entrar.

“Hola Ama”

Llegaba vestida de calle, con unos vaqueros , camiseta, y llevaba un maletín en la mano. Iba elegante, un toque pijo, delgada, bajita, y muy guapa.

“Te gusta tu Ama?”

“Si Ama, mucho Ama”

“No te he decepcionado verdad esclavo?” “Me imaginabas así?”

“No la imaginaba así Ama, es usted mucho mas hermosa de lo que me imaginaba”

“Bien esclavo, porque tu a mi si que me has decepcionado”

Creo que recordaré esas palabras toda mi vida. Entraron como un puñal afilado atraviesa la blanda carne directo al corazón.

No supe que decir, solo se me escapó un “Lo siento Ama”

Mi corazón latía a mil por hora y mi sumisión se mueve por mi corazón. No sabía que hacer ni que decir, me sentía impotente, y triste. Muy muy triste. Mi único objetivo cuando estoy a los pies de un Ama es el de hacerla feliz, el complacerla, el que me sienta suyo, y pueda estar satisfecha conmigo.

Para mi no hay mayor castigo que sus enfados, que su indeferencia, que su decepción.

Me ordenó acercarme a la cama y allí a 4 patas me hizo bajar la cabeza casi a la altura del suelo, y allí tras ponerme un collar, me lo ató a la pata de la cama. Estaba muy bajo y la postura era muy incómoda.

“Quedate así, no se te ocurra moverte, voy a cambiarme”

Pude oir como se retiraba al baño y la oía cambiarse. Mi postura era muy incomoda, y lo malo es que no podía moverme para mejorarla. Con lo cual esperaba que volviera a aparecer.

Lo único que podía procesar en ese momento era sus palabras diciendome que la había decepcionado, no se me iba de la cabeza.

Oí sus pasos acercándose hacia mi. Se sentó a mi lado en silencio y me contemplaba.

Entonces puso a mi lado un plato de perro, muy brillante, de acero inoxidable, lleno de agua.

Me quitó la atadura que me inmovilizaba el cuello y me ordenó beberme toda esa agua. La verdad es que beber así resultaba muy incomodo, no ya por la postura si no por la dificultad que representa beber así. Tenía que hacerlo a sorbitos, de una forma sonora.

Ella me contempló en silencio hasta que me lo bebí todo. Entonces retiró el plato y lo volvió a traer lleno de agua. “Bebetelo todo perro” fueron sus palabras. Y así lo hice me lo bebí entero.

Me ordenó mirarla a la cara. Eso es algo que me pone muy incomodo, el hecho de mirar a un Ama a los ojos me crea nerviosismo, lo cual unido a mi gran timidez, me causaba bastante tensión.

Con sus botas bajó mi cara hasta dejarme mirando al suelo, entonces me ordenó lamerlas. Lo hice suavemente, pero ella me exigía más velocidad y ritmo. “Debes hacerlo rápido, no tengo todo el día, solo lamerás lentamente cuando lamas partes de mi cuerpo, el resto de objetos debes hacerlo de forma rápida y eficiente, como lo haría una máquina”

“Si Ama” respondí, mientras daba velocidad a mis movimientos.

“Para! Quitame las botas!” Así lo hice, suavemente para no hacerla daño. Cuando quité las dos las puse junto al resto de su ropa.

“Túmbate en el suelo, boca arriba” Nada más hacerlo, pude sentir sus frios y pequeños pies sobre mi estomago, subiendo hacia mi pecho. A veces tapaban mi cara, momento en el que aprovechaba para besarlos dulcemente. Estuvimos así un buen rato, mi erección era evidente, algo que a ella no le gustaba, y que me reprochaba constantemente.

Cogió la correa de perro a la que estaba unido mi collar, y me llevó al baño con ella. Se sentó en el wc y comenzó a orinar. Cuando terminó me ordenó acercarme y limpiar su sexo. Cuando terminé, cogió un papel y se limpió. Después me dio ese trocito de papel higiénico y me ordenó comérmelo.

Así lo hice, aunque me costó mucho, era un papel que a penas se deshacía y tuve que tragarmelo entero.

Al volver a la habitación, me dijo que me tumbara en la cama boca arriba y que estirar brazos y piernas. Entonces noté como comenzó a amarrarme cada mano y cada pie a la cama, hasta que me dejó totalmente inmovil.

Se subió a la cama y comenzó a acariciar mi piel. “Te gusta perro?” “Si Ama , me gusta mucho Ama”

Entonces comenzó a colocar pinzas en mis pezones y en mis genitales. Prendió una vela y mientras esperaba a que se formara cera, iba acariciando mi piel. Mi respiración se hizo mas frecuente, por la molestia de las pinzas, y por saber lo que se me venía encima. Tenía miedo al dolor si, pero deseaba tanto complacerla, borrar la decepción que la había causado, que hubiera hecho cualquier cosa por ella.

Y entonces llegó lo inevitable, la cera caliente comenzó a rociar mis genitales rasurados, mi estomago, mi pecho. Mis gemidos y espasmos se intensificaron , y no se cuanto duró aquello, porque pude notar que había varias velas, no podía hablar, ni estar quieto, solo podía gemir y moverme de forma inutil por las ataduras de mis extremidades.

Solo cuando ella consideró que fue suficiente paró, y fue justo cuando mi piel dejó de quemarme, cuando sentí que las pinzas de mis genitales fueron retiradas una a una, con un gran dolor.

Mis pulsaciones aún no habían bajado cuando se puso de pie junto a mi, y empuñó una fusta. Mirando las pinzas de mis pezones me dijo “estás preparado?” Solo pude responder con un “Si Ama”

Su fusta se encargó de quitar las pinzas de mis pezones, necesitó varios intentos, y el dolor era intenso, pero pude aguantarlo. Estaba como en trance, totalmente entregado a ella, solo pensando en complacerla, en su satisfacción.

Al cesar mi castigo mi respiración iba recuperandose, y fue entonces cuando pude contemplar toda su belleza, se puso sobre la cama, y desnuda de cintura para arriba pude comprobar lo guapa que era. Su piel era morena, bronceada, era bajita, y delgadita, unos pechos pequeños , naturales, bien formados. Su piel entró en contacto con la mia, sus manos me acariciaban y su boca se acercaba a sus oidos para susurrarme “Quieres que me monte sobre tu y te cabalgue perro?” Yo solo podía responder “Si Ama, lo deseo con todas mis fuerzas Ama” “ Si Ama” “Si Ama” “Si Ama”, su cuerpo seguía insinuandose ante mi, su piel sobre la mía, sus manos rozaban mi pene, entonces supe que eso no sucedería.

Lentamente se bajó de la cama, y desató mis manos y piernas, y se volvió a sentar en la silla. Dio un silvido y me arrodillé a sus pies.

Acercó su pie desnudo a mi cara y me ordenó lamerlo y besarlo, mientras me ordenó masturbarme. Mientras me masturbabá su pie fue penetrando mi boca, hasta quedarse dentro, y hasta que mi excitación fue tal que no pude aguantar más.

Tal y como me había ordenador me corrí dentro del platito del que antes había bebido, y ya imaginaba lo que iba a tocar. Tuve que beberme mi propio semen.

Finalizó así nuestro encuentro, sus manos acariciaban mi cabeza, apoyada en el suelo, aun con la respiración agitada. No se fue por la tensión acumulada, por la decepción que sentía por lo que me dijo al conocernos, que de mis ojos comenzaron a brotar lágrimas.

Ella levantó mi cara, besó mis labios y me dijo “Lo que te dije al principio no era cierto, me has encantado” Pude ver que sus ojos brillaban también, y antes de que pudiera darme cuenta, la puerta se cerró de nuevo tras sus tacones.

De esto hace dos años. Fue la unica sesión que tuve con aquella
chica, que despues se convirtió en amiga. Y fue la ultima sesión que he tenido ......








SumiBrave........








Este relato pertenece a un futuro sumiso mio,que mantiene su vocación por lo pronto a distancia....y que en momentos de necesidad y deseo vuelca su potencial en escritos y relatos tan interesantes como este....




Hace unos meses plantee un concurso de relatos,en el cual podian basar el contexto del relato,tanto en esperiencias reales como en fantasias.....Otorgandoles a los ganadores del concurso como premio una sesión conmigo.










Mi querido sumibrave,gracias por estar siempre pendiente de poder satisfacerme....y cumplir con todas mis propuestas...Con todo mi cariño....








Lady Monique Lefer....






1 comentario:

David dijo...

Me ha encantado este relato, tanto por su estructura como el contenido. Como sumiso me identifico con muchos aspectos de esta fantasía: que mi ama juegue conmigo psicológicamente, diciéndome que soy una decepción para ella, que me trate como un perro, la obligación de beber tanta agua, correrse dentro del plato... y te lo obligue a comer! Fantasías en común que nunca me atrevía a confesar!