Estaba entusiasmada y algo nerviosa. Satisfecha por volver a tenerlo en mis Dominios, bajo mi disciplina....realizándole y aplicándole todo aquello que se me antojase.
Llevaba tiempo deseando que me llamase otra vez y retomar las sesiones de antaño.
Tiempo atrás manteníamos constantes y continuos encuentros en los que las sesiones realizadas cada vez me satisfacían más, aunque en nuestros comienzos la relación era meramente profesional. Al cabo de un tiempo surgió la complicidad entre ambos.
Compartiamos confidencias personales....inquietudes....entrega....deseo....
Hubo un momento que de repente llegó su ausencia....una ausencia que yo no esperaba, una ausencia que primero fué corta y mas tarde se hizo eterna.
Al principio no le di importancia pero después....después me hizo pensar.
Primero busqué justificación, luego posibles errores, mas tarde quizás alguna insatisfacción por parte de el y que nunca se atrevió a confesarme...
Decidí esperar.
En fin, deseaba muchísimo volver a tenerlo otra vez para mi, para gozar de su rebeldía.... disfrutar de sus inquietudes....gozar de su entrega y satisfacerme con la instrucción que le aplicaba.
En su llamada telefónica el dia anterior me había hecho varias peticiones. La primera, por supuesto, era si aceptaba de nuevo otorgarle una sesión. La siguiente consistía en ponerme unas maravillosas botas altas, las cuales le excitaban muchísimo. Y la tercera poder finalizar la sesión como siempre lo hacíamos.
Mi sonrisa mientras le escuchaba iba creciendo.... Los recuerdos de antaño volvían a mi mente... y una satisfacción interna por sentirme dominante otra vez con el llenaba mi mente y mi cuerpo de euforia.
Por supuesto accedí a sus peticiones, sabiendo que esta sesión se convertiría en una demostración espectacular de mi maestría y mi dominio sobre el.
Son las 10,45h y la sesión la tengo a las 11,15h. Me dirijo hacia mis espejos para revisar mi imagen y la estética de mi vestuario. Pero en esos momentos me percato de que siento frio y pienso en abrigarme, aunque ello conllevaría alterar momentaneamente mi vestuario.
De repente pienso que podré aguantar sin ponerme nada encima porque mi estética consistía para esa sesión en mis botas altas.... mi cuerpo semidesnudo.... cubierto por una capa de aceite para que mi piel brillase... un corset bajo que dejaba a la vista mis senos descubiertos.... un culotte de lencería precioso... y una estola de piel de zorro que llegaba a la altura de mis pezones..... un collar corto de perlas en mi cuello y un fabuloso recogido en el pelo.
Mi querido alumno era fan de la "Venus de las pieles" y a mi me encantaba recrear diversas escenas de ese libro para nuestras sesiones.
Así que entre pensamiento y pensamiento es casi ya la hora. Enciendo las velas.... bajo las luces.... pongo la música adecuada.... prendo el incienso y me coloco mis guantes largos de piel a la altura de los codos.
Suena el timbre, abro la puerta exterior y dejo entreabierta la del estudio.
Me coloco de pie cerca de mi sillón y de espaldas a la entrada.
Una sonrisa de satisfacción aparece en su rostro al verme. Me doy la vuelta y con una de mis fustas mas largas le obligo a arrodillarse ante mi para besar mi mano derecha. Le pongo un dedo en su boca para silenciarlo y sin mediar palabra le dirijo hacia las columnas ordenandole que se despoje de todas sus vestimentas.
Quedandose desnudo ante mi y para mi.
Cojo una de sus muñecas y se la encadeno... despues la otra.... separo sus piernas.... y entonces....
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